jueves, 12 de febrero de 2009


Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A algunas de ellas, él sabía responder, a otras no. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina. El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder. Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio.
Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta

Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré.

Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta equivocada!
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando. Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta? Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió: Depende de ti... Ella está en tus manos. -----------------------------------------
Así como la niña tenía a la mariposa en sus manos, nosotros tenemos al mundo en la nuestra... ¿Qué haremos?

"La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que son tratados sus animales"




Cuando realmente se entiende y se quiere a los perros es cuando los tienes contigo, es sin duda ese amigo que nunca te falla.